¿Cuál es la mejor manera de actuar en relación a mi ensimismamiento?

Conectar con tu cuerpo es uno de los retos más importantes que tienes por delante. Para ocuparte de tus necesidades corporales empieza a prestar atención a lo que sientes y a cómo te encuentras. Toma nota de esas percepciones. Puede parecer molesto, pero es una gran práctica estudiarte a ti mismo y a tus sentimientos. No huyas de ellos ni intentes distraerte con otra cosa. Quédate contigo cuando te sientas mal.

Una vez hecha la conexión, la intuición tomará el control. Esto te dará más confianza para enfrentarte a cosas reales, desarrollando tu poder de liderazgo. De repente, convertirás en realidad todo lo que has creado en tu fructífera tierra privada. Pasamos la mayor parte de nuestras vidas en modo avión, permitiendo que la personalidad nos guíe. Cuando estamos alineados y conectados con lo que somos, paramos de perseguir el arco iris y las sombras, dejamos de correr.

¿Cómo sé si estoy en sintonía con mi intuición?

La intuición es la activación de nuestro «cómo» ya instalado que nunca se utilizó porque estábamos demasiado ocupados escribiendo nuestras propias instrucciones. Cuando eso ocurra, dejarás de tomarte las cosas como algo personal, verás que todo el mundo está reflejando su propia ficción interior, al igual que lo hacías antes de tu despertar. La compasión es tu nuevo lenguaje y conoces cómo afrontar tus miedos de forma funcional. Sabes que cada vez que sientes la necesidad de retirarte solo significa que algo está traspasando tus límites, así que aprendes a comunicarlo y a cuidar tu sensibilidad.

¿Por qué soy tan insistente para lograr ese algo más grande?

La insaciable sed de conocimiento que tienes, proviene de un viejo recuerdo de abundancia y grandeza. Por eso estás tan decidido a rastrear la riqueza del universo escondida en algún punto ciego de nuestras mentes. Hay algo de trágica belleza en tu empeño por encontrarla, ya que sueles buscar en lugares remotos, lejos de la fuente natural de tu esencia. Los esfuerzos monumentales por encajar en este mundo agotarán tu energía si no abrazas la alegría de ser quien eres.

¿Cómo puedo construir mi propio faro para salvarme de estar a la deriva en mis terrores personales?

Todo el mundo te dirá que duermas un poco, o que des un paseo. Pero tú sabes que la ansiedad, cuando se enciende, es una radio imparable que sigue sonando aunque te estés muriendo por dentro. Las paredes se encogen y el techo cae encima de tu pecho. El peso del mundo está sobre tus pulmones y lo mejor es huir. El miedo es contagioso y desorienta, por lo que es fácil perderse en sus escurridizos laberintos. Las anclas, los faros y los rituales son algunas de las llaves que abren la puerta que te devolverá a casa. Pero, ¿cuál de ellos te funcionará? ¿Cómo puedes construirlos? Con la ayuda de los recuerdos, los olores, las fotos, las texturas específicas, las lecturas, lo que sea que evoca en ti la misma sensación de siempre y calienta tu corazón. Vuelve a tus sentidos, canta una canción y lo más importante: no te asustes de tu miedo. Te está diciendo algo que debe ser escuchado. Y volverá si no lo abrazas y le preguntas lo que necesita. Poco a poco, con la paciencia de una flor, brotarás en tu propia primavera. Puede sonar a cliché, pero el momento más oscuro del amanecer es justo antes de la salida del sol.