Relación entre el Eneagrama Tipo 5 con el Tipo 8
¿Qué aporta cada tipo a la relación?
Estos tipos de Eneagrama aportan talentos complementarios entre sí. Por un lado, los Ocho pueden enseñar a los Cinco a sentirse identificados con su cuerpo y sus instintos. Además, los 5 aprenden a ser más prácticos y a valorar su poder y capacidad. Por otro lado, los Cinco tienen la posibilidad de enseñar a los Ocho algún tipo de pensamiento analítico y ayudarles a ser más reflexivos y conscientes del poder de sus actos en el curso de sus vidas.
Los 8 a veces necesitan ser más cuidadosos antes de actuar, ya que tarde o temprano cada acción tiene un impacto. Además, estos tipos de Eneagrama valoran la independencia y la no interferencia de los demás. Ambos conocen sus límites y respetan la intimidad y la confidencialidad del otro. Aunque necesitan espacio personal, cuando al fin se encuentran, ambos pueden mostrar una sorprendente dependencia y vulnerabilidad. Esto suele ocurrir porque ven el verdadero ser de la persona detrás de la defensa, que puede necesitar cualquier tipo de amor y protección. De este modo, se relacionan con el sentido de la dignidad y las vulnerabilidades ocultas del otro.
En definitiva, como pareja romántica, cada tipo aporta poder, comprensión y profundidad a la relación. Además, ofrecen acción y consideración al mismo tiempo, dando como resultado un nuevo nivel de conciencia entre ellos y en su relación con los demás. Si llegan a este punto, también pueden actuar como protectores y consejeros el uno del otro: a los 8 les encanta proteger a los 5, en apariencia indefensos, mientras que los Cinco aman ayudar a los Ocho a reconocer las sutilezas de sus planes y acciones.
Por lo tanto, estos tipos del Eneagrama pueden unirse en una relación amorosa como una poderosa alianza de cerebros e intelecto, una combinación formidable.
Conflictos y desacuerdos potenciales
El principal problema entre estos tipos viene cuando no son del todo sanos, ya que pueden tomar distancia el uno del otro y la comunicación honesta deja de tener lugar. Los Cinco de bajo funcionamiento pierden con facilidad el respeto por quien actúa de forma irracional, destructiva y descontrolada. El carácter tormentoso, la intimidación y las amenazas de los 8 aterrorizan a los 5 hasta el punto de que deben marcharse para sentirse seguros. Tanto el Cinco como el Ocho tienden a la provocación mutua buscando la manera de protegerse. Saben que atacarán lo más vulnerable del otro si se sienten irritados.
Además, ambos tipos son también sensibles al rechazo y tienden a sentirse así con facilidad. Por un lado, la retirada de un Ocho desencadenará estos sentimientos en un Cinco, que, posiblemente, caerá en la depresión y el cinismo.
La partida de un 5 ocasionará una fuerte reacción de repudio en los 8, que devolverán el golpe de cualquier manera posible. Una pareja Cinco-Ocho puede ser muy cínica, y el fin de su conexión solo confirma su lado más oscuro y sus opiniones maliciosas. Otro posible conflicto entre ellos puede ser su modo de actuar ante un problema, ya que cuanto más inseguros se vuelven estos dos tipos, más reaccionan de formas opuestas. Los 5 se identifican con su mente y su intelecto y son indiferentes a casi todos los objetivos físicos y prácticos que tienen los 8 terrenales.
Por otro lado, dejar huella en su entorno es una meta primordial para los Ocho y se enorgullecen de sus conquistas terrenales, ya sean sociales, financieras o sexuales.
Como resultado de sus diferencias, cuando se enfrentan a un conflicto, los Cinco pueden cerrarse por completo, volverse reservados y tomar cierta distancia, mientras que los Ocho tienden a ser más conflictivos, amenazantes e irritados.
Como resultado de sus diferencias, cuando se enfrentan a un conflicto, los Cinco pueden cerrarse por completo, volverse reservados y tomar cierta distancia, mientras que los Ocho tienden a ser más conflictivos, amenazantes e irritados.