Relación entre el Eneagrama Tipo 1 con el Tipo 7
¿Qué aporta cada tipo a la relación?
¿Cuál es la compatibilidad del estos Eneagrmas? El Eneagrama tipo 1 (Reformadores) y el Eneagrama 7 (Entusiastas) son capaces de lograr una relación complementaria y recíproca. Son una especie de opuestos que pueden aportar algo de lo que su pareja carezca, ayudando así a ambos a alcanzar un nuevo nivel de crecimiento o, en el peor de los casos, podrían distanciarse jugando con las debilidades del otro.
Los Uno aportan sumisión, orden, constancia, atención a los detalles y un profundo placer por los altos estándares. Los Siete, en cambio, brindan energía, curiosidad, espontaneidad, diversión y aventura, ganas de vivir nuevas experiencias y la capacidad de probar todo lo que puedan. A ambos les gusta planificar. Son personas orientadas al futuro e idealistas.
Sin embargo, el Eneagrama tipo 7 prefiere tener un sinfín de opciones y mantener todos los planes lo suficientemente sueltos como para poder cambiarlos cuando lo necesiten. Aportan espontaneidad y libertad a la relación.
Por otro lado, como los Eneagrama tipo 1 son más metódicos, ayudan a los Tipo 7 a mantenerse en el camino.
Los Siete ofrecen a los Uno emoción, la capacidad de considerar y reconsiderar la vida como una fuente de placer y disfrute y no solo de trabajo. Los Eneatipo 7 mantienen el espíritu de los Eneatipo 1 en alto, refrescando su idealismo y evitando que la relación se vuelva demasiado pesada.
Los Uno ofrecen a los Siete un sentido de perfección y dirección. Los ayudan a estabilizarse mientras los mantienen trabajando de forma sistemática y consistente hacia sus objetivos. Los 7 aprecian la armonía y la fiabilidad de su pareja y se alegran de tener a alguien que esté pendiente de los detalles.
Esta combinación puede apoyarse de modo mutuo, siempre que tengan los mismos valores y que ambos trabajen por objetivos vitales similares. Esta relación tiene el potencial de ser estimulante para los dos, ya que son capaces de mantenerse y apoyarse a la vez que se sienten desafiados por sus diferencias.
Conflictos y desacuerdos potenciales
Aunque la compatibilidad entre estos dos tipos de Eneagrama es alta, durante las situaciones de estrés suelen surgir algunos problemas.
Por un lado, los Uno pueden ser críticos, inflexibles, sentenciosos y de mente cerrada. Insistirán en que las cosas deben hacerse de una sola manera: la suya. Pensarán que los Siete son ineficientes e indisciplinados, inocentes e ingenuos. El Eneatipo 1 considerará que el Eneatipo 7 tiende a hacer excesivas tonterías, a reservarse por demás y a prometer mucho a demasiada gente. También sentirán a menudo que son desenfocados y se dispersan con el fin de molestarlos.
Por otro lado, los Eneagrama Siete pensarán que los Eneagrama Uno son inflexibles, cerrados de mente y perfeccionistas.
Los conflictos entre estos dos también surgen de cuestiones organizativas y financieras: Los Uno consideran que los Siete son despilfarradores y desmesurados, mientras que los 7 creen que sus socios son tacaños y aburridos.
En este escenario, buscar opciones diferentes en la relación se vuelve cada vez más atractivo para los Entusiastas, ya que rechazan la idea de sentirse atrapados en un vínculo que solo produce infelicidad. Si la situación continúa deteriorándose, los Reformadores perderán el respeto por su pareja, volviéndose cada vez más insistentes y exigentes. Los Siete tratarán de evitar su compañía y podrían desilusionarse y deprimirse, retirando todo tipo de conexión emocional de los Uno.
En este escenario, buscar opciones diferentes en la relación se vuelve cada vez más atractivo para los Entusiastas, ya que rechazan la idea de sentirse atrapados en un vínculo que solo produce infelicidad. Si la situación continúa deteriorándose, los Reformadores perderán el respeto por su pareja, volviéndose cada vez más insistentes y exigentes. Los Siete tratarán de evitar su compañía y podrían desilusionarse y deprimirse, retirando todo tipo de conexión emocional de los Uno.
Ambos pueden adoptar una actitud indiferente hacia el otro, dificultando aún más el acuerdo y el compromiso. Finalmente, el Tipo Uno empezará a criticar a su pareja durante un tiempo, hasta que algún acontecimiento suponga el golpe fatal para la relación.