Relación entre el Eneagrama Tipo 6 con el Tipo 8
¿Qué aporta cada tipo a la relación?
Los Eneagramas Seis y Ocho pueden tener una relación fuerte y duradera si están dispuestos a ello. Estos tipos suelen pensar que la mayoría de la gente está centrada en sus propios intereses y no es de fiar, lo que hace del mundo un lugar muy imprevisible. Por eso, los Ocho consideran crucial cuidar de sí mismos y de sus propios intereses, mientras que los Seis creen en la importancia de tener aliados fuertes y en la capacidad de encontrar apoyo en sus amigos. Tanto los 6 como los 8 tienen profundos problemas de confianza: les suele costar mucho encontrar personas de fiar, pero una vez que la encuentran, y tras un periodo de prueba, su alianza es sólida y estrecha. Una vez que generan un vínculo con alguien, se comprometen a un nivel profundo y, aunque la relación puede cambiar con el tiempo, nunca son indiferentes el uno al otro.
Ambos aportan al vínculo aptitudes positivas como la fuerza, la solidez y el compromiso. Otras características son: la lealtad incuestionable, la fiabilidad, el valor, el trabajo duro y la protección. Son tipos mentales que aportan escepticismo, pensamiento analítico y la capacidad de prever diferentes resultados y adelantarse a posibles problemas. Por un lado, los Seis tienden a actuar como supervisores y asesores de los Ocho, que suelen llevar la voz cantante y proporcionar una visión de audacia que los 6 pueden necesitar.
Por otro lado, los 8 aportan la franqueza y la decisión, la voluntad fuerte, la confianza y el espíritu de poder hacer frente a cualquier tipo de desafío. Cuando están juntos, los 6 tienden a admirar a los 8 como verdaderos héroes, mientras que los Ocho se sienten conmovidos por la solidez y el espíritu afín de los Seis. Cuando existe un afecto genuino entre estos dos tipos, puede haber fuegos artificiales y peleas ocasionales, pero el vínculo, con el tiempo, solo parece fortalecerse.
Conflictos y desacuerdos potenciales
El principal conflicto de esta pareja tiene que ver con su emocionalidad mal gestionada, ya que ambos Eneagramas son personas muy sensibles, aunque tienden a ocultar sus sentimientos y vulnerabilidades lo mejor que pueden. Cuando se sienten indefensos, suelen contraatacar y pasar a la ofensiva para protegerse. Los Ocho son los que llevan la voz cantante en la mayoría de sus relaciones: marcan la pauta y toman las decisiones. Además, suelen esperar que las personas de su entorno les sigan y obedezcan, ya que son ellos quienes llevan la voz cantante.
Esto está casi siempre bien para los Seis, excepto en aquellos momentos en los que necesitan dar un salto y probarse a sí mismos, demostrar a los demás que tienen capacidad de liderazgo, decisión e independencia y que no se pueden aprovechar de ellos. A veces, algunos 6 toleran las actitudes de los 8, pero en otras ocasiones, explotan y se enzarzan en peleas abiertas para determinar su territorio y comprobar hasta dónde puede empujar cada uno al otro. Los Seis más temerosos, tímidos o ansiosos tienden a evitar los enfrentamientos con los Ocho y a aceptar el dominio de estos.
Estas diferencias entre ellos llevan a ciertas luchas de poder. Los problemas en esta relación pueden verse agravados por la tendencia de los Ocho a entrar en cólera, amenazar o intimidar a su pareja. Si se traspasan los límites de la confianza y el respeto, las constantes tensiones de ambas partes podrían provocar el fin de su relación.
Los Ocho entran en conflicto con los Seis fóbicos al percibir su carácter imparcial. Los 8 pueden llegar a despreciarlos de forma directa o indirecta si sienten que el 6 es débil o vacilante.