Relación entre el Eneagrama Tipo 5 con el Tipo 9
¿Qué aporta cada tipo a la relación?
Ambos tipos de Eneagrama tienen un fuerte componente intelectual y si están más o menos al mismo nivel pueden formar una alianza poderosa y estimulante. Además, tanto los 5 como los 9 se sienten atraídos por lo irracional y lo absurdo, y quizá este emparejamiento sea uno en el que los conceptos de idealismo y realismo, y luz y oscuridad, tengan un lugar destacado. Los Cinco y los Nueve pueden concederse el espacio personal necesario para sus actividades habituales de ocio y hacer cosas por su propio bien.
Ninguno de ellos se queda ni se entromete en la vida de su compañero, aunque la capacidad de una sana conexión emocional y el interés por el otro siguen presentes. Esta pareja romántica se caracteriza por su tranquilidad, su no intromisión y su respeto por los límites y la individualidad del otro.
Por un lado, los 9 son más emocionales que los 5. Sin embargo, no siempre saben cómo se sienten o de qué manera expresar sus emociones de forma adecuada. Aprecian la curiosidad de los Cinco y su capacidad para sacarlos de los líos internos en los que se pueden meter. Además, los Nueve aprecian el intelecto de los Cinco, su capacidad de investigar, de hacer preguntas precisas, de recordar cosas y su infinita paciencia.
Por otro lado, los Cinco aprecian la amabilidad y la calidez de los Nueve, ya que suelen sentirse desconectados de sus sentimientos y emociones. Si estos tipos del Eneagrama se meten en una relación, los Cinco pueden beneficiarse de la aceptación, el consuelo y la ternura de los Nueve. Además, los 5 logran sentirse muy relajados en compañía de los 9, que es algo que necesitan de verdad.
Conflictos y desacuerdos potenciales
Aunque respetar la independencia del otro es positivo la mayor parte del tiempo, esto también podría ser una fuente de malentendidos entre estos dos: Las tensiones pueden aparecer como resultado de la cantidad de espacio que se dan el uno al otro. Dado que ambos son conscientes de sus propios límites y fronteras, suelen esperar un grado inusual de independencia de sus parejas y siempre están dispuestos a darla sin necesidad de que se les pida. Por esta razón, a los Cinco y a los Nueve les resulta difícil tomar la iniciativa o ser decididos en ciertas cosas: llamar a sus parejas con regularidad, por ejemplo.
Además, ambos pueden ser un poco distantes, lo que dificulta que sepan cuánto les importa el otro, o incluso si están enamorados. Por un lado, los Nueve tienden a ser más emocionales y abiertos que los Cinco. También pueden idealizar a los 5 mientras están en una relación, pero, de igual manera, podrían olvidar con prisa al otro si este se va. A veces idealizan tanto a su pareja que los Cinco no llegan a estar a la altura de las ideas de los Nueve acerca de ellos.
Por otro lado, los 5 podrían frustrarse y volverse demasiado pesimistas sobre el propio vínculo. Pueden empezar a analizar a los 9 y a criticar la relación con el objetivo de defenderse de ser heridos. También suelen expresar enfado para manifestar su decepción.
Como resultado, ambos tipos pueden desconectarse del otro y empezar a vivir en sus propias proyecciones e imaginaciones. La terquedad y los problemas de autonomía de los Nueve se mezclarán con el desapego y la indiferencia de los Cinco y la relación acabará disolviéndose.