Relación entre el Eneagrama Tipo 5 con el Tipo 7
¿Qué aporta cada tipo a la relación?
Dado que tanto los 5 como los 7 del Eneagrama son tipos pensantes, pueden aportar muchas ideas nuevas a su relación. Su enfoque de la vida es, la mayoría de las veces, complementario y recíproco: cada uno de ellos proporciona algo al vínculo que el otro no tiene. Los Siete entregan un espíritu festivo y una resolución admirable: siempre están dispuestos a hacer casi cualquier cosa que se les pida, desde comprar un billete de avión hasta mover los muebles de la habitación o mudarse a otro estado. Aunque los Siete son independientes, también les gusta tener unas cuantas personas a su alrededor para unirse a ellos y aumentar la sensación de celebración y felicidad que buscan en sus vidas.
No hay que olvidar que los Siete son generosos y extravagantes, optimistas y gregarios, a menudo el alma de la fiesta.
Los Cinco, en cambio, aportan profundidad, claridad, observación, independencia y autosuficiencia y, por lo general, un maravilloso y caprichoso sentido del humor. No sienten la necesidad de decir que tienen mentes rápidas y grandes ideas, ya que todo el mundo se da cuenta de ello. A diferencia de los 7, tienden a ser más sabios y cuidadosos con su dinero y no gastan mucho en ellos. También son reservados y silenciosos con los extraños, aunque pueden ser muy divertidos si se sienten en un lugar seguro.
En definitiva, se trata de un emparejamiento en el que los implicados son una especie de opuestos con actitudes diferentes sobre la forma de disfrutar de los momentos y de divertirse. Mientras que los 5 pueden decir: «La vida es corta: no pretendas demasiado», los 7 dicen: «La vida es corta: hazlo todo». Ambas actitudes son ciertas y pueden ser útiles para equilibrar la otra.
Conflictos y desacuerdos potenciales
El principal punto conflictivo entre ellos tiene que ver con sus objetivos y expectativas vitales. Por un lado, los Cinco suelen minimizar sus exigencias, sobre todo cuando atraviesan situaciones de estrés. Tienden a tener una visión sarcástica de la vida y a no estar preparados para satisfacer las exigencias de este mundo. Cuando aumenta la presión sobre ellos, tienden a aislarse y a apartar su atención de la de su pareja y de todos los que les rodean. Se vuelven más solitarios, individualistas, desapegados y difíciles de mantener cerca. Esta forma de actuar puede ser muy dura para los Siete, ya que la acción y la toma de decisiones rápidas son la norma en ellos.
Por otro lado, a medida que aumenta la presión, los Siete pueden volverse más dinámicos, ir a muchos lugares diferentes, participar en más actividades, hablar de sus problemas de pareja y también recurrir al abuso de sustancias para lidiar con su ansiedad y tristeza. Los 5 pueden considerar a los 7 inmaduros y superficiales, y como consecuencia de ello, distanciarse de su pareja en apariencia, descontrolada. Además, podrían sentirse avergonzados por la efusividad de Siete, mientras que estos pueden pensar que los Cinco son fríos y apáticos.
Surgen conflictos entre ellos: Los 7 se vuelven cada vez más exigentes, mientras que los 5 no cooperan. Por un lado, los Siete actúan para conseguir el amor y la atención de los Cinco, pero pueden ir demasiado lejos provocando su retirada final.
La falta de confianza mutua y la dificultad para encontrar una posible salida a sus problemas empeorarán las cosas, ya que ambos tipos adoptarán posiciones extremas y opuestas.