Relación entre el Eneagrama Tipo 3 con el Tipo 8
¿Qué aporta cada tipo a la relación?
Estos tipos de Eneagrama forman una pareja muy poderosa en la que la pasión y la estimulación personal nunca se acaban. No pueden evitar fijarse en el otro e interactuar con él, ya sea de manera positiva o negativa. Si son sanos, establecen una alianza que mejora a ambas partes; pero si no lo son, también puede surgir una competencia.
Ambos tipos son asertivos y decididos, tienen la voluntad de ir tras lo que quieren en la vida. Pueden ser figuras destacadas de un modo u otro, ya que suelen sobresalir en sus círculos sociales.
Por un lado, la fuerza, la fiabilidad y solidez del Eneagrama Tipo 8 (Desafiador) permite a los Eneagrama Tipo 3 (Triunfador) abrirse y ser más empáticos. A los Tipo 8 también les gusta sentir que los Tipo 3 aprovechan las oportunidades para enfrentarse a los retos que les ofrecen.
Los Ocho se relajan cuando descubren que su pareja es competente y puede hacer las cosas por sí misma. Además, tanto los Tres como los Ocho son personas orientadas a la acción, decididas, pragmáticas y dispuestas a llevar la voz cantante para conseguir sus objetivos.
Los Tres aportan conciencia de los demás, empatía y un placer especial por complacer a la gente. Son más diplomáticos y flexibles que los Ocho, tanto en su relación amorosa como con los demás.
Los 8 brindan honestidad, intrepidez y determinación para alcanzar su visión personal. Aportan el rigor, la decisión y la fuerza de la que se nutren los 3 más flexibles. Se sienten orgullosos de los demás y se apoyan de forma mutua en sus objetivos y logros. No suelen competir entre sí, lo que resulta sorprendente, ya que ambos tienden a rivalizar con los demás.
Conflictos y desacuerdos potenciales
Ambos tipos pueden prosperar en lugares donde la energía, la determinación y el impulso personal son necesarios para alcanzar el éxito. Los Eneagrama Tres y los Eneagrama Ocho pueden ser adictos al trabajo, decididos a lograr sus objetivos y a someterse a situaciones de estrés si lo necesitan para alcanzarlos.
Por un lado, los Tipo 8 son más controladores que los Tipo 3, aunque estos pueden hacerlo de forma encubierta o tratar de ocultarlo. Este comportamiento fomenta las sospechas y la falta de confianza de los 8, que suelen volverse celosos y posesivos, analizando cualquier detalle para demostrar la lealtad de los 3 hacia ellos.
Los Tres pueden sentirse utilizados, no apreciados o apoyados, mientras que los Ocho exigen lealtad e incluso obediencia. Es probable que los Tres sientan la compañía de los 8 como una barrera a su libertad o que su capacidad para perseguir sus propios objetivos se ve bloqueada.
En respuesta a estas condiciones, ambos tipos podrían volverse manipuladores para conseguir lo que quieren. En este punto, la confianza y la franqueza no pueden mantenerse. Además, ninguno de ellos tiene la capacidad de hablar de sus verdaderos sentimientos o necesidades, ni se siente cómodo siendo vulnerable. Para ambos, el aislamiento es el único camino y resulta difícil romperlo.
Los Ocho ven a los Tres como evasivos y poco fiables, mientras que los 3 perciben a los 8 como obstinados y vengativos. Además, los Eneagrama Ocho, en última instancia, quieren apoyarse a sí mismos y a su visión, mientras que los Eneagrama Tres buscan su propio crecimiento y la admiración de los demás. Pueden surgir batallas sobre quién es más solidario o qué agenda prevalecerá. Podría producirse una ruptura profunda, desagradable y personal.
Los Ocho ven a los Tres como evasivos y poco fiables, mientras que los 3 perciben a los 8 como obstinados y vengativos. Además, los Eneagrama Ocho, en última instancia, quieren apoyarse a sí mismos y a su visión, mientras que los Eneagrama Tres buscan su propio crecimiento y la admiración de los demás. Pueden surgir batallas sobre quién es más solidario o qué agenda prevalecerá. Podría producirse una ruptura profunda, desagradable y personal.