Relación entre el Eneagrama Tipo 2 con el Tipo 8
¿Qué aporta cada tipo a la relación?
Estos tipos del Eneagrama son más parecidos de lo que aparenta a primera vista, ya que ambos están orientados a la acción y tienen sentimientos profundos (un lado blando que a menudo queda oculto). Ambos desempeñan el papel de proveedores, guardianes y apuntaladores de los demás, mientras evitan o incluso niegan sus necesidades personales. Aunque tengan motivos diferentes, tienden a ser los fuertes en las relaciones.
Estos eneagramas aportan entusiasmo, vivacidad, habilidades interpersonales y sociales, y generosidad. A pesar de que tienen muchas características en común, sus objetivos finales son muy diferentes: a los Eneagrama Tipo 2 (Ayudadores) les interesa el bienestar de los demás, mientras que a los Eneagrama Tipo 8 (Desafiadores) buscan sobre todo su propia salud y tener un claro impacto en su mundo. En una relación amorosa, desempeñarán los papeles que el otro necesita: Los Ocho son decididos y se preocupan por los resultados, mientras que los Dos están más orientados a las personas y son más altruistas.
Además, los Tipo 8 aman el afecto y la adoración de los Tipo 2, y estos disfrutan de la fuerza y la abnegación oculta de los Eneatipo 8. Ambos ven los valores y las cualidades del otro y pueden ser sus defensores y admiradores.
Sus papeles en la relación también están delimitados con claridad, lo que les convierte en una pareja equilibrada: cada uno se ocupa de áreas específicas de su vida y nunca se interpone en el camino del otro. Todas estas cualidades los convierten en poderosos socios en el crimen que se complementan de forma mutua.
Conflictos y desacuerdos potenciales
Los principales problemas entre estos tipos de Eneagrama están relacionados con sus sistemas de valores y sus estilos interpersonales.
Por un lado, los Eneagrama Dos tienden a ser más empáticos e indirectos que los Eneagrama Ocho. Son capaces de ver las cosas desde el punto de vista de los demás y de empatizar con la gente que les rodea. Además, los Tipo 2 son cariñosos y atentos. Un Dos promedio suele apegarse mucho a las personas y está siempre pendiente a sus necesidades.
Por otro lado, los Tipo 8 tienden a ser más directos e independientes. Ven las cosas desde su propio interés, sintiendo que las personas deben aprender a cuidarse a sí mismas para poder atender a los demás. Un 8 promedio tiende incluso a enorgullecerse de su determinación y de su forma poco sentimental de enfrentarse a las personas y a las situaciones.
Por lo tanto, en una relación, los Dos y los Ocho tienen prioridades y valores muy diferentes que pueden hacer tambalear su vínculo. Además, también tienden a ir en direcciones opuestas, a tener puntos de vista contrarios sobre cómo tratar a otras personas. Suelen entrar en batallas entre ellos acerca de qué filosofía prevalecerá en la relación. Los Eneatipo 8 son duros y conflictivos por lo general, y esto puede hacer que los Eneatipo 2 se vuelvan cada vez más posesivos y dependientes.
El problema es que en lugar de sentirse rechazado, el 2 se obsesiona y queda atrapado en una relación de co-dependencia con su pareja. El Dos se convierte en un apologista del mal comportamiento de su compañero; así, le anima a seguir con sus hábitos autodestructivos. Por lo tanto, esta combinación suele aguantar más, a diferencia de las otras. Sin embargo, pueden arrastrarse el uno al otro sin ver su trampa mutua. Al final, si el círculo continúa, aparecerán matices de paranoia, miedo a la traición y actos de venganza.
El problema es que en lugar de sentirse rechazado, el 2 se obsesiona y queda atrapado en una relación de co-dependencia con su pareja. El Dos se convierte en un apologista del mal comportamiento de su compañero; así, le anima a seguir con sus hábitos autodestructivos. Por lo tanto, esta combinación suele aguantar más, a diferencia de las otras. Sin embargo, pueden arrastrarse el uno al otro sin ver su trampa mutua. Al final, si el círculo continúa, aparecerán matices de paranoia, miedo a la traición y actos de venganza.