Relación entre el Eneagrama Tipo 1 con el Tipo 8
¿Qué aporta cada tipo a la relación?
El Eneagrama 1 (Reformador) y el Eneagrama 8 (Desafiador) tienen muchas similitudes. Una de ellas es su verdadera voluntad de luchar por la verdad y la justicia en el mundo. Aunque de diferentes maneras y por muchas razones distintas, a menudo sienten que es su responsabilidad oponerse a lo que perciben injusto o desigual. Ambos tipos de Eneagrama tienden a verse a sí mismos como personas cuyo deber es proteger a los débiles e indefensos, luchar contra las injusticias y hacer del mundo un lugar mejor.
Ambos tipos están orientados a la acción; por eso, si dirigen su energía y atención hacia las causas sociales, se pueden alcanzar grandes objetivos no solo en su familia, sino también en la comunidad, en su país y en el mundo mismo. Están dispuestos a hacer grandes sacrificios, por lo que creen que es correcto. Se caracterizan por su nobleza, visión, propósito enfocado, practicidad y perseverancia para apoyar lo que consideran que hay que hacer. En términos generales, el tipo 1 aporta un sentido de las verdades ideales y de la justicia, mientras que el Tipo 8 brinda un enfoque más práctico e inmediato de estos conceptos que sostienen los Uno.
Esta combinación puede ser muy poderosa: como tienen un claro sentido del propósito y una misión personal inequívoca, consiguen muchas cosas juntos.
Los Eneatipo Uno pueden encontrar que los Eneatipo Ocho son excitantes, divertidos, apasionados y físicos (todas estas son características reprimidas por los Uno). Por otro lado, los Eneagrama 8 admiran la convicción de los Eneagrama 1 y reconocen que son tan firmes, decisivos, decididos y determinados como ellos.
Aunque algunas personas piensan que estos dos tipos son opuestos, ambos pueden aprender mucho del otro, haciendo que su relación sea nutritiva en verdad. Todo esto es posible si están dispuestos a tener la mente abierta y a aceptar reacciones, valores e ideas diferentes.
Conflictos y desacuerdos potenciales
Es importante tener en cuenta que los motivos que en su día les unieron pueden ser los mismos que les separen: sus categóricas diferencias, como si fueran hielo y fuego. Es muy fácil que sean amigos o colegas, pero forman una pareja romántica bastante rara y la intimidad entre ellos puede ser un poco dura. En primer lugar, ambos quieren estar al mando y conseguir algo importante (nada malo, ¿verdad?). Sin embargo, a veces les resulta imposible ponerse de acuerdo sobre los medios y los caminos a seguir.
Por un lado, los Eneagrama Uno tienden a ser auto-controlados e inflexibles. Suelen negarse el placer de actuar según sus verdaderos deseos e impulsos debido a sus convicciones morales y a su inflexibilidad. Esa es una de las razones por las que admiran las ideas, la libertad y la creatividad de los Eneagrama Ocho, que son personas que van tras lo que quieren. Sin embargo, cuando los Tipo 1 ven que sus compañeros van demasiado lejos en la búsqueda de sus propios intereses, pueden considerarlos egoístas, insensibles, poco fiables y centrados en sí mismos. Admiran su valentía, pero saben el caos y la destrucción que puede crear en sus vidas.
Por otro lado, los Tipo Ocho consideran a los Uno como hipócritas, rígidos, santurrones y equivocados sobre el funcionamiento del mundo. A menudo, los Ocho actúan de forma escandalosa para provocar a los Uno que los juzgan desde el punto de vista moral.
En estas situaciones, ambos responden con ira y se ponen en posiciones rígidas con la sensación de que no pueden retroceder. También podrían surgir discusiones violentas que terminen en ataques personales. En este tipo de relaciones es difícil encontrar soluciones una vez que se ha traspasado cierto límite.