Relación entre el Eneagrama Tipo 3 con el Tipo 4

¿Qué aporta cada tipo a la relación?
Esta combinación del Eneagrama puede formar algo equilibrado y equitativo, con cada uno de ellos brindando las cualidades que al otro le faltan. Por un lado, los Cuatro aportan a los Tres la sensibilidad y les enseñan a hablar de sí mismos a un nivel más profundo. Desempeñan un papel útil en la vida de los 3, ya que les ayudan a encontrar el verdadero deseo de su corazón. Además, los 4 pueden aportar un sentido de estilo y sofisticación, y una comunicación profunda.
Por otra parte, los Tres ayudan a los Cuatro a modelar muchas de las cualidades que les gustaría desarrollar en sí mismos. Los 3 son idóneos en colaborar con los 4 a adquirir nuevas habilidades, ya que tienen el tacto y la diplomacia necesarios para manejar las fuertes emociones y las dudas de los 4. Además, pueden aportar esperanza y ambición, practicidad y técnicas de gestión del comportamiento que ayudan a los Cuatro durante los estallidos de ira o los períodos de baja energía. A veces los 4 pueden ser demasiado sensibles, por eso, es importante que sus parejas sepan cómo manejarlos, qué decir y cuándo expresarlo.
El Cuatro considera que la comprensión es crucial para crear confianza y evitar episodios involuntarios entre ellos.
De forma consciente o no, ambos tipos se dejan llevar por sus fuertes sentimientos y emociones y pueden ser una pareja intensa y ardiente. La conexión entre ellos va más allá de la razón y entra en otro reino, como si se conocieran desde una existencia anterior o fueran una especie de almas gemelas.
Conflictos y desacuerdos potenciales
Ambos tipos tienen problemas de autoestima y, como consecuencia, necesitan la atención constante y la validación de los demás. Ambos sufren conflictos de identidad y tienen sentimientos ocultos de vergüenza e inutilidad. Estos tipos tienden a compararse de forma secreta con los demás y poseen tendencias competitivas. El grado de salud o insalubridad dependerá de la herida narcisista que tenga cada persona, la que determinará su necesidad de aprobación, atención y reconocimiento.
Por un lado, los Cuatro pueden sentirse eclipsados por los enérgicos Tres y esto haría que se sientan defectuosos y deficientes, buscando más implicación emocional e intimidad, mientras que los 3 tenderán a prestar menos atención a la relación en sí, estando cómodos con lo que tienen. Otro problema que puede surgir es que ninguno de ellos ve a su compañero como es: ambos ven a la otra persona a través de proyecciones de lo que necesitan y esperan que sea una pareja.
Por un lado, los Cuatro consideran a los Tres su salvador personal y los perciben como la personificación de todo lo que les falta, mientras que los 3 creen que los 4 son un exótico y misterioso trofeo sexual o artístico. Si sus necesidades y deseos no se ven satisfechos, ambos tipos entran en cóleras hostiles y estallidos de ira.
Tal vez, lo peor de esta combinación es que pueden volverse insolentes y sarcásticos, cotilleando y quejándose de los defectos de su pareja ante sus propios amigos. Si se sienten heridos, ambos pueden ser indirectos al tratar de sabotear al otro por venganza. Si se acaba el respeto y la admiración que antes se tenían, comienza el desprecio, la indiferencia y el menoscabo, y la relación, con toda seguridad, llegará a su fin.